San Sebastián y su búsqueda por ser la Capital Cultural del 2016

Es común que para muchos, sea una cuestión de un momento en particular, pero no algo de todos los días el hecho de convivir con la cultura o los hechos culturales propiamente dichos. Sin embargo, después de lo que podría catalogarse a Barcelona, esto cambia cuando se torna algo familiar en San Sebastian , una de las ciudades aspirantes a ser consideradas la Capital Cultural Europea de 2016 y a decir verdad, también es una de las que más esfuerzo está poniendo en el intento.

La candidatura para ello, aún así, también se basa en la idea de fomentar la educación y por eso habrá una fuerte presencia en los conciertos (en dónde se buscará hacer hincapié en la educación musical), en su magnífico festival de cine y también en las escuelas de cine, que es a dónde pretenden llegar con mayor influencia.
 

San Sebastián sueña con aportar a la Capitalidad Cultural una imagen en la que se relacione directamente con su rico pasado, con el esplendor real de los siglos XIX y XX, y la modernidad. Es así como la capital vasca no se ha quedado anclada en el pasado y puede exhibir algunas grandes muestras de la arquitectura contemporánea, como el Kursaal, gran centro de congresos y espacio cultural proyectado por Rafael Moneo, algo que puede compararse con su prestigioso Festival de Cine, al que año tras año acuden las principales estrellas.

El director del proyecto San Sebastián 2016, Santiago Eraso, relata que la candidatura trabaja con tres ejes que resumen la propia identidad de la ciudad. Uno es la violencia, que de más está decir que está linealmente dirigida al grupo terrorista ETA. Otro se ve reflejado en la diversidad cultural, concretada en la coexistencia del castellano y del euskera en la región.  Por último, como define Santiago Eraso, la ciudad está en un territorio fronterizo, por lo que San Sebastián se transforma en una eurociudad cultural transfronteriza, atravesando los Pirineos y la frontera.