Sin telones ni teatros: el diseño como necesidad

En relación a algunas noticias y reflexiones de los últimos días, provocadas por las situaciones de urgencia o emergencia que se viven en Europa en estos últimos tiempos (si se quiere, “necesidades”, tomando la relatividad y diferencias planteadas por Maslow allá por mediados del siglo XX), el ojo comienza a buscar los paralelismos y las situaciones de necesidad expresiva que se van planteando cuando se apreta un poco a los sujetos sociales, y así comenzamos a encontrar cómo la cuestión de la cratividad y la artistica comienza a mezclarse, por delante y por detrás de los telones para teatros, y la pierna social del arte comienza a activarse. El resultado de esto es un arte activo y participativo, con implicancia en la vida diaria.

   Así podemos tomar por caso lo que se está dando en la exposición “Todo es diseño”, que se encontrará abierta y disponible hasta el 29 de agosto del corriente. El concepto en ella, superando los límites que se le han impuesto a sus significados y a sus implicancias estáticas en el imaginario social, es precisamente demostrar que el diseño no es un lujo, sino una necesidad.

    Tomando a en cuenta que el diseño es una forma más de comunicar, a sabiendas de que lejos de cualquier cuestión fenomenológica, nuestras percepciones están educadas por los aprendizajes cotidianos, entonces el diseño elabora factores comunicativos a sentidos que generan significaciones más abiertas, como la vista, el tacto, y la sinergía de las comunicaciones audiovisuales.