Papel, digitales y facsimiles de la España Sagrada

La discusión que se pretende plantear entre los libros en papel (los códices) y los libros digitales es una discusión que no pertenece al mercado editorial ni al público lector. Es más o menos como que los ciclistas comenten si prefieren los coches eléctricos o los de combustión interna: el mercado de compra se guiará por análisis por completo diferentes a la hora de plantearse la situación.

   Amazon por su parte ha decidido bajar los precios de su tableta de lectura, el Kindle DX, en un 20% de su valor de comercio. Esto, como nada hay de generosidad en las decisiones de este tipo, claramente está motivado por el éxito que ha generado la salida del nuevo iPad a nivel mundial y que promete arrasar con algunos mercados paralelos de los usos que ofrece.

   Respecto del libro papel o digital; la cuestión que comparten es apenas acerca de la disposición de texto, puesto que en lo que refiere a lecturas, usos y prácticas, serán los planteos completamente diversos que ofrecen la cuestión de base a tener en cuenta. Supongamos los libros antiguos; es muy poco probable que podamos comparar los facsimiles de la España Sagrada con una versión para Kindle del mismo. La discusión tiene más de publicitaria que de realidad.